Durante las 10 horas de filmación -que fue realizada en un espectacular ambiente del centro financiero de Londres- Moss se mostró muy entusiasmada y alegre de protagonizar una historia donde se la muestra bailando y jugando, en un rol distinto al que se acostumbra verla. Durante la filmación, Kate incluso pidió escuchar música de los Rolling Stones para amenizar las escenas de la fantasía que protagoniza.
Fueron cinco los cambios de vestuario durante el día de filmación. Cada uno de ellos con diferentes estilos de la colección Basement Otoño – Invierno, que fueron además plasmados en diversas tomas a cargo del reconocido fotógrafo Gabriel Schkolnick. “Ella fue muy profesional en todo momento. Fueron espacios muy cortos los que teníamos para hacer las fotos y creo logramos un material sobresaliente”, señala el fotógrafo.
Para Martín Romanella, director del comercial, “el trabajo fue intenso y ella se mostró muy sorprendida con la versión artística que le propusimos para la historia. Sin duda es un formato distinto al que ella está acostumbrada y se mostró encantada”, concluyó.
Para la marca Basement, Kate Moss es un verdadero ícono de la moda internacional. “La potencia de su imagen traspasa fronteras y su versatilidad permite una identificación absoluta de parte del público como rostro de moda mundial, independiente del entorno en el que se trabaje con ella”.
La nueva línea de ropa que promueve Kate Moss llegará a estos lares a través de Saga Falabella.
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