En el vestuario de la selección española, el día del júbilompor ganar la Copa del Mundo, Gerard Piqué recibió un mensaje en su teléfono. Era la felicitación de Shakira. Días después, en Ibiza, algunos jugadores de la selección mostraban en sus móviles fotos en las que aparecía el jugador del Barcelona y la cantante. Ellos se escondían y negaban, pero había amigos que ya sabían el secreto.
No fue hasta unos sies meses después que se publicó una foto de ambos por sus cumpleaños cuando se confirmó que eran un pareja. Tuvieron que esperar para que la cantante finiquitara - para todos nosotros - la relación que tenía con Alfonso de la Rúa - hijo del ex presidente argentido - quien fue su novio por una década. En febrero, tras la famosa foto decidieron no esconderse más.
A partir de ese momentos, Twitter y Facebook se llenaron de mensajes de uno y otro, quizá en un intento de romper exclusivas millonarias buscadas días y noches por lospaparazi. Shakira y Piqué bailaban el waka waka y el Real Madrid excluía la canción de la banda musical del estadio Santiago Bernabéu.
Si iban a un restaurante a un simple almuerzo, los seguían. Si iban de compras, eran seguidos. Si simplemente salían, eran seguidos. Se llegaron a convertir en una pareja mediática, ya en exceso.
En un ranking de una revista española, la colombiana y el futbolista fueron elegidos “la pareja más empalagosa” por su constante exposición a los medios. En segundo lugar quedó el arquero Iker Casillas y su novia Sara Carbonero.
En el momento, han recibido críticas por sus salidas mediáticas.
Escrito por: Veralucia Cordero
